En la estación de trenes,
en el panel metálico
que anuncia los retrasos
y le señala el norte,
en las pantallas de los aeropuertos,
cuando no sabe
si esperar la llegada
o iniciar el viaje,
en su cuarto vacío,
el hombre solo.
Es un hombre que escribe cada noche,
sobre el mismo papel y con la misma luz,
la historia de sus sueños
en versos que parecen de verdad.
Son todas sus mentiras.