Una sombra asesina atraviesa la casa.
Dice que es terrorista liberada,
viene a por mi poesía.
Me acusa de escribir huecos poemas
de falso adolescente,
arrebatos de amor romanticones
o versos encriptados
del todo inteligibles.
¿Cómo escribir de forma que me entiendan
la vecina de enfrente, el camarero loco,
el profesor de ciencias, el de literatura,
el pescadero, la estanquera tímida.
el desenamorado, los amantes,
el que vende cupones en la esquina,
la que regala abrazos,
el yonqui, la macarra,
quien quedó en el olvido, los psiquiatras,
el que toca en el arco una guitarra afónica
y los malabaristas, y el pintor,
el cantaor flamenco, el policía,
la del puesto de frutas, la florista,
el vendedor de sueños,
la camella del barrio
mis padres y los tuyos, los poetas?
¿Cómo decir más claro
lo que siempre te digo a todas horas,
que estoy loco por ti
aunque ya no tengamos feliz ayuntamiento
y ni sepa de dónde ha surgido tu enfado?
Que te quiero por ser
mi proyecto de reina,
reina de mi república
de golpe desterrada,
que tu recuerdo duele,
que tu recuerdo duele aunque no sepas verlo
pues eres la heroína de mis venas
que no llega a matarme porque es buena,
y es auténtica y pura,
y engancha tanto, tanto, tanto,
que desintoxicarme
en los tiempos presentes es difícil,
pues la crisis afecta
también al corazón y lo condena
a seguir de reformas, y en silencio
planear con las sombras
el próximo atentado.
sobrecogedora y reivindicativa….pero cómplice contigo