Casa limpia
Para Reme, mi querida vecinita
Disfruté tu verano; vi de cerca,
asomada al balcón, tu primavera.
Ya se acerca el otoño, y a mi vera
chamullas de los tiempos de la merca.
Yo te hablo de esos tiempos porque acaso
haber cruzado miradas entonces
-calculo que andarías por tus onces-
sí que hubiese supuesto un gran fracaso.
En cambio hoy, con tu Elisa y con tus bregas,
es la dulzura de tus limpios ojos
lo que más me entristece y más me alegra.
Cual hace el cirujano cuando legra
tal son mis compromisos, sin sonrojos
ni dudas que te vengan con las friegas